Con el objetivo de "mejorar la asistencia religiosa del barrio de Peñagrande", en la Solemnidad de Pentecostés, el 1 de junio de 1941, D. Leopoldo Eijo y Garay arzobispo de Madrid-Alcalá, tras estudiar los informes correspondientes, procedió a erigir la nueva parroquia de San Rafael Arcángel que resultó de la división territorial de la parroquia San Miguel Arcángel de Fuencarral.
Los límites iniciales de la nueva parroquia fueron:
"Partiendo del punto de intersección del Arroyo del obispo con el término municipal de Chamartín continua hacia el norte por la línea divisoria de los términos municipales de Chamartín y Fuencarral.
Sigue luego hacia el noreste por la misma línea divisoria hasta el punto más próximo al nacimiento del arroyo de Valdeyero.
Va, después, hacia poniente en busca de dicho arroyo cuyo curso descendente sigue ya hasta su desembocadura en el arroyo de la quinta..."
(Fuente Archivo histórico del Arzobispado de Madrid).